Aquí no hay nada de nada

Murphy es un estudiante de cine estadounidense que vive en París. Tiene una novia francesa, llamada Electra, con la que sale durante dos años. Un día, conocieron y se montaron un trío sin compromiso con otra mujer, una joven rubia danesa llamada Omi, como una forma de añadir algo de emoción a su vida amorosa. Pero más tarde, tuvo relaciones sexuales con ella a espaldas de Electra, como consecuencia de lo cual Omi quedó embarazada. Este embarazo imprevisto puse fin a la relación entre Murphy y Electra de forma horrible, mientras que a Murphy se le obligó a casarse con Omi. Una mañana, la madre de Electra, Nora, le llama por teléfono para preguntarle si ha tenido noticias de Electra, ya que ha llevado tres meses sin saber de ella, y dadas las tendencias suicidas de su hija. Durante el resto del día, recuerda los dos últimos años con Electra en una serie de flashbacks fragmentados y no lineales: cómo se conocieron en París, su rápida relación, y sus vidas durante los dos años siguientes, que están llenas de abuso de drogas, sexo brutal y momentos tiernos.